Hace unos años, la BBC preguntó a unos niños británicos si preferían la televisión o la radio. Casi todos se pronunciaron por la televisión, lo que fue algo así como comprobar que los gatos maúllan o que los muertos no respiran. Pero entre los poquitos niños que eligieron la radio, hubo uno que explicó:
—Me gusta más la radio, porque por radio veo paisajes más lindos.
(En Patas arriba La escuela del mundo al revés, de Eduardo Galeano. Siglo XXI)